La inteligencia artificial (IA) está transformando el mundo laboral a un ritmo vertiginoso, generando un debate constante sobre su impacto en el empleo. Mientras algunos temen que las máquinas sustituyan a los trabajadores humanos, otros aseguran que esta tecnología también puede ser una fuente de oportunidades. Pero, ¿qué dicen los expertos al respecto?
Desplazamiento de empleos: una preocupación válida
Según un informe de McKinsey Global Institute, entre el 15% y el 30% de las tareas laborales podrían ser automatizadas para 2030. Esto afecta especialmente a trabajos repetitivos y manuales, como los de la manufactura, la logística y el sector minorista. Por ejemplo, los almacenes ya están adoptando robots que pueden realizar tareas como empaquetar productos o gestionar inventarios.
Erik Brynjolfsson, investigador del MIT, señala que este desplazamiento no significa necesariamente una eliminación total de empleos, pero sí un cambio en las habilidades demandadas. «La automatización reemplaza tareas, no trabajos completos», afirma.
Creación de nuevos empleos y sectores
Aunque algunos empleos desaparecen, otros surgen en su lugar. La consultora Gartner predice que para 2025, la IA creará más empleos de los que eliminará, especialmente en campos como la programación, el diseño de sistemas de IA y la interpretación de datos. También está impulsando la demanda de habilidades blandas, como la creatividad y la resolución de problemas, que son difíciles de automatizar.
Por ejemplo, el sector de la salud está adoptando herramientas basadas en IA para diagnósticos médicos, pero estas requieren la supervisión de expertos humanos. De manera similar, los «entrenadores de IA», que ayudan a enseñar a las máquinas, son una profesión emergente.
Impacto desigual en el mercado laboral
Otro punto clave es que los efectos de la IA no serán uniformes. Los trabajadores menos calificados o aquellos en sectores altamente automatizables podrían verse más afectados. Sin embargo, los empleos que requieren un alto grado de interacción humana, creatividad o pensamiento estratégico probablemente se mantengan.
María de Arteaga, economista laboral, explica: «La IA amplifica las desigualdades existentes. Sin una capacitación adecuada, las personas con menos recursos podrían quedar atrás en esta transición.»
El papel de la educación y las políticas públicas
La clave para mitigar los efectos negativos de la automatización radica en la educación y la formación. Las universidades y centros de formación están adaptando sus programas para incluir temas relacionados con la IA y el aprendizaje automático. Además, los gobiernos y las empresas tienen la responsabilidad de fomentar iniciativas de reentrenamiento laboral.
Un ejemplo de esto es el programa «Reskilling Revolution» del Foro Económico Mundial, que busca reentrenar a 1.000 millones de personas para 2030.
Reflexión final
La inteligencia artificial no necesariamente «nos quitará el trabajo», pero sí transformará profundamente el mercado laboral. Adoptar esta tecnología con una mentalidad abierta, enfocándonos en la adaptación y el aprendizaje continuo, será esencial para prosperar en esta nueva era.
En última instancia, la IA es una herramienta: su impacto dependerá de cómo decidamos usarla. La colaboración entre humanos y máquinas podría abrir la puerta a un futuro laboral más innovador y productivo. Como señalan los expertos, el cambio es inevitable, pero las oportunidades también lo son.
¿Qué opinas tú? ¿Estás preparado para trabajar junto a la inteligencia artificial?